Escribo esto cuando tendría que estar en el montaje de la boda de María. En vez de eso estoy en una playa de Aldán, que hay que aprovechar mientras esta temporada lo avanza para reconectar un poco con la vida, con el verano, antes de que el trabajo vuelva a arrasarlo todo, como siempre hace.
Mi idea era actualizar por aquí a modo bitácora como todo iba tomando forma: las citas al atelier, las decisiones de última hora, que hicimos y que no hicimos. TODO.
El estado de alarma se declaró un día antes de mi primera prueba de vestido. La despedida hubiera sido hace 15 días. Las pruebas de menú, de traje, de los trajes de las damitas, el último chequeo del proyecto deco…
Casarse no es una cosa de un día, es un proceso que empieza mucho antes. Es un ritual que os implica a vosotros y a todos los que os quieren, y llena de ilusión a un montón de gente que no se conocen entre ellos, por tener la suerte de formar parte de un momento tan importante en la vida de alguien.
No puedo dejar de imaginarme lo que estaríamos haciendo. Cómo serían las flores. Como serían los vestidos de nuestras amigas. La cara de Jorge al verla doblar la esquina. Reencontrarnos con todos esos amigos que no vemos juntos desde que dejamos la universidad. Que sería lo primero que les diría como marido y mujer (en serio?).
Hay cosas que no se pueden prever. Una de ellas ha sido esta pandemia, que nos ha dejado a todos un poco en pausa.
Hay cosas que no se pueden celebrar a medias. Una boda es una de ellas.
Soy de la opinión de que todo llega. Este tiempo lo veo como un regalo para seguir aportando cosas, para seguir sumando. Porque no tengo ninguna duda que todas las bodas aplazadas se celebrarán con muchísima urgencia. Joder, tenemos demasiadas ganas.
Alguna vez leí algo así como que a la mayoría de las personas no les gusta tanto el beso en sí como el instante previo. Pues en ese instante nos vamos a quedar un año más.
Porque, mañana hay tormenta. En 2021, quién sabe.
La vida, sucesos aleatorios que nos empeñamos en dotar de sentido. Más sentido que el amor, no tiene nada. Y amor, no falta por aquí.
En cuanto retomemos el proyecto deco, que ya que nos regalan 365 días habrá que invertirlos en pensar más cosas, os seguimos contando.
Gracias por elegirme. Yo os elegiría como amigos 4 pandemias más y en todas las vidas que me queden por vivir, si es que las hay.
<3