Los conocimos en invierno. Nada más sentarse y contarnos como querían que fuese su boda sabíamos que eran de los nuestros. Bodas no convencionales, y muy riquiñas. El espacio ya estaba decidido: la fundación Sales.

El primer día que los acompañamos nos quedamos alucinadas ¡Una boda en un invernadero real! Ese aura de decadencia era BRUTAL.

Este tipo de espacios tienen una cosa buena y varias coñazo: la buena, es que tu boda va a ser en un espacio único. Las coñazo, que no está adaptado. Y ahí es donde necesitáis a la Wedding Planner. Desde un generador, ventilación, trasladar la cocina de un catering al completo, y traer TODO, literalmente (sillas, manteles, platos, mobiliario… todo lo que vais a ver, en resumen). Las pautas para la decoración: un jardín botánico abandonado, pero con una decoración cuidada y un punto retro. Que pareciera que todo estaba por azar, pero la verdad es que hasta el último detalle estaba muy cuidado. Juzguen ustedes.

GRACIAS con mayúsculas, por dejarnos crear. Por apuntaros a las ideas locas. Por ser como sois. Tener novios así es un auténtico placer.

Y GRACIAS con mayúsculas de nuevo a todo el equipo que hizo posible esta boda. Al equipazo de Susiflor Invernaderos, que llenó todo de plantas carnívoras, flores y montajes imposibles. A Lyrasound por acudir al rescate en el último minuto. A la fundación Sales por hacer tan buen equipo. A los demás por ponernoslo tan fácil. ¡Seguimos!

Localización Sales Xardín
Deco @casadeira
Mobiliario @en2detalles
Flores @susiflor.invernaderos
Foto @yolaviyolavi
Coordinación @differenttwithmartasaiz
Catering @inakibretal
Música @r_musica_djs | @inerttes
Novia @granvia3 | La estética con Silvia | Eme hair lab
Iluminación Lyrasound